Sala_Taller VI
Sala Taller se trata de un proyecto de artistas en residencia que el EAC desarrolla desde el año 2011. A cada artista se le propone utilizar un espacio como taller, y otro como espacio expositivo a fin de explorar entre estos dos ámbitos, las tensiones y modificaciones propias de sus procesos.
Participan en esta sexta edición:
Marília Bianchini (Br), Ugo Henrique (Mx), Luis Sebastián Sanabria (Col), Dani Spadotto (Br), Ma. Candelaria Traverso (Arg) y Lorena Zuluaga (Col)
Práctica curatorial: Verónica Panella (Uy).
A continuación compartimos algunas notas y reflexiones de las y los artistas sobre sus procesos en esta residencia:
Ugo Henrique
Denominación de origen
“En el espectro de los proyectos de arte contemporáneo, el tema de identidad es recurrente. Esta residencia me permite afirmar que no estamos errados en redundar con este tema. En mi caso lo abordé desde el diseño, un pretexto distendido que me permitió acercarme a creativas y creativos para sentir Montevideo y su posicionamiento activo en la recuperación y proyección de sus orígenes, nuestros orígenes. Presento un living en el que simbolizo a través de cada objeto un estado de encuentro, tal y como definiera Borriaud al arte. Y tá, cada denominación revela su origen.”
Luis Sebastián Sanabria
Situaciones de intercambio
“Organizar distintos cuerpos en el espacio supone desde el principio su vigilancia y corrección. Someterles a un área perimetral reducida pretende controlar su resonancia y sonoridad. En el encierro los cuerpos intentan ansiosos descubrir otras formas de ocupar sus habitaciones, devolviendo la mirada con sospecha y poniendo en duda la estabilidad de la construcción en la que están atrapados. Con gestos a larga distancia, a partir de acuerdos amorosos y silenciosos configuran un lenguaje que corre y se escapa con astucia; estas ambiciones han sido escritas en un tiempo mixto que moviliza las expectativas en torno al afuera. De este modo aparecen diferentes aproximaciones a la comunicación entre pares, como ejercicios y planteamientos que están al margen de la precisión y la lógica, motivamos por el deseo del encuentro, en un estado inconcluso de las cosas que le permite a otros intervenir y ser parte elemental de un proyecto utópico y colectivo en el que se piensa constantemente alrededor de una arquitectura más afectiva.”
Marília Bianchini
Además del Estigma
“A pesar de toda la historia de interacción de la humanidad con el cáñamo y del conocimiento que hay sobre su variopinta utilidad, hace más de 70 años que prevalece en Brasil (y otros sitios) el estigma que el cultivo de esa planta sirve solamente para producir marihuana para uso recreativo. A través de la producción de papel artesanal de fibra vegetal y de la fotografía ‘Además del Estigma’ se propone mirar a la planta de cannabis con una acepción diferente que a la de su mala fama relacionada a las drogas. Sobre todo, ese es un proyecto sobre relaciones: de la imagen fotográfica con el soporte, de individuos con sus plantas, de la humanidad con el Cáñamo.
Hoy, en pocos sitios es posible transformar las fibras de Cannabis en papel y registrar la presencia de la planta en ambientes domésticos de forma legal como lo es en Uruguay. Y mismo acá, en medio todo el cambio cultural provocado por cinco años de actualización de leyes, todavía no es algo sencillo. Así como los cambios, el proceso artesanal lleva tiempo.”
Dani Spadotto
Elegía Obscena | peli-performance instalativa
Escena19| Tiernizar la carne
“Esta performance forma parte de la película ampliada Elegía Obscena que se compone de los lenguajes de vídeo-performances, foto-performances, dispositivos coreográficos e instalación.
Este trabajo, escena19, que desarrollo en el EAC, me permite trabajar directamente con el dispositivo disciplinario por excelencia, la arquitectura de una cárcel. En este momento histórico de mi país, de derechos amenazados, de falta de empatía a lo diferente y avaricia, desarrollar un proyecto en este lugar es muy significativo, de modo que este escenario es parte de los afectos que orbitan este cuerpo que viene constituyéndose a lo largo de estos últimos meses.
Un cuerpo precario y mágico, sus vísceras no funcionan muy bien, pero su espíritu es amplio, lo que confiere equilibrio y unidad. Son [casi] inseparables como engranajes de una máquina de creación, una máquina de cosas increíbles.
Las redes sociales, que desempeñaron un papel fundamental en la elección del próximo presidente, actúan a su vez como reuniones de condominio, donde se viraliza el chisme más novelero de la derecha y la más intelectual de la izquierda, enredadas en un gran teléfono descompuesto de las representaciones políticas. Cuerpos suspendidos por fibras ópticas y ondas electromagnéticas, apartados de sus máquinas animistas y viscerales son coreografiados hasta el agotamiento por las biopoliticas del poder.
¿Cómo hacer que esta separación pornográfica al fin se deje ver? ¿Cómo restituir las vísceras animadas a la máquina de las cosas increíbles? ¿Hacerlas durar más allá de un soplo? Tal vez mostrando que están fragmentadas en pedazos y que es posible reordenarlas a partir de una fuerza interna que mueve la voluntad. Esta fuerza se llama intuición o conocimiento a partir del delirio.
En excárcel de Miguelete fue inevitable el encuentro con las historias de sufrimiento y dolor que las paredes blancas intentan sublimar, y el cuerpo en su potencial sútil reverbera la duración de ese tiempo ontológico de la celda-cárcel y se torna un portal singular para los ecos de su movimiento. ¿Cómo el conocimiento del delirio da cuenta de esa red armada por el proceso de docilización y colonización modernos y contemporáneos?
Y así empiezo la tesitura del trabajo. Una gran alquimia con lenguajes anudados que formar la instalación de la escena19. Son dos objetos escénicos que se corresponden respectivamente OC # 01 | Máquina Animista y OC # 02 | Máquina Visceral, cada uno con su función y su historia específica. Un dispositivo coreográfico compuesto por una cuerda, arneses y plantas. Y una performance que durará 24 horas.”
María Candelaria Traverso
Periferia
“Permitiendo que mis sentidos se apropien del recorrido, que la sorpresa esté primero a la expectativa, voy danz-andando entre los puestos de feria. Cada uno es un microrelato y me regala un aprendizaje: ordenamientos y combinaciones van volviendo nuevo aquello que alguna vez fue cotidiano, tiempos y orígenes múltiples asoman a mi escena la posibilidad que todo sea un renacer infinito.
Compré un librito de arte precolombino y alguien lo sacó de la sala. Pero las imágenes quedaron en mi retina y contaminaron creaciones en barro con pasta mapuche y tehuelche. El barro me conectó en un viaje directo con el corazón de la tierra, con el mío y el de todo mi árbol. Dicen que la cerámica siempre fue tarea de mujeres. Que el conocimiento se lo pasaron las serpientes y reaparecen cuando hacemos los chorizitos.
Pienso en los símbolos que se repiten acá, en el mundo andino y hasta en oriente. Como si de alguna manera hubiese estado todo conectado desde siempre. También en el intercambio primero, ese que nacía para unir nuestro mundo con el de arriba y el de abajo mediante la utilización de esos símbolos y tantas otras alegorías. Me imagino inmersa en un mercado atemporal y donde el intercambio es en todos los niveles y sentidos.
En la Tristán conocí un feriante que explayaba en su mesa reliquias charrúas, desde rompecabezas hasta libros y puntas de flecha. No las vendía, las llevaba para compartir. En uno de sus libros encontré dibujos de las viviendas de antes y sentí que es como ahora en las ferias en donde cada unx se apropia armando una carpita y haciendo más íntimo esos espacios públicos.
El Domingo volvíamos de una quema de cerámica a fuego abierto en Rocha y en el cielo con nubes vi las serpientes. También parecían dragones con alas. En la cosmovisión andina, las serpientes son símbolo de continuidad, son las encargadas de atravesar los distintos mundos y de unir así el cielo con la tierra. Quizás todo este proceso sea mi ritual para conectarme con ese espíritu del que somos parte, aprendiendo de la naturaleza que es siempre la mejor maestra.”
Lorena Zuluaga
Amores de Arrabal
“Amores de Arrabal se planteó como una investigación alrededor de la música y los encuentros partiendo de los bares en Montevideo y los ya conocidos en Colombia. Comenzando por conocer algunos bares de la ciudad y el barrio cordón, esta investigación comenzó a migrar conociendo no sólo espacios de bar tradicional sino extendiéndose a otros encuentros; el candombe y la plena, milongas clandestinas, tiendas — boliches de inmigrantes dominicanos, parlantes en la calle en la feria Tristan Narvaja. Mientras esto sucedía en la calle, al mismo tiempo el bar abría en las que en distintos ritmos sucedían cosas.”